domingo, 31 de julio de 2011

NOSOTRAS...

Hoy la marginación profesional que sufren las mujeres se aborda sobre todo desde el argumento de compatibilizar, o no, vida privada y vida profesional. Esto, con ser un factor cierto, no es el único ni el más importante. La devaluación de las mujeres está en su modelo mental de sumisión que nos empuja a ser buenas, que, traducido en términos profesionales, significa no destacar, no valorarse y naturalmente dar por supuesto que las demás también son buenas y están dispuestas a autoexplotarse por complacer, creando así una red de devaluación que nos conduce, a todas, a un estado de insignificancia que nos impide valorarnos,expresar la identidad y obtener el respeto que merecemos.
Actualmente, las mujeres hemos ganado valor pero hemos perdido poder. Las mujeres de hoy, profesionales y preparadas, ritualizan inconscientemente la sumisión por miedo a la hostilidad.
Por esto, es tan importante que seamos más conscientes que nunca a vivir según nuestra identidad, al margen de los estereotipos que nos marcan un camino lleno de exigencias irracionales. Y es entonces, cuando encontramos ese sereno poder femenino que nos conduce a crear entornos de respeto.
Así pues, el aprendizaje que tenemos que hacer es el sacudirnos los estereotipos que nos impone un mercado que, alentando los miedos de las mujeres, consigue ganar miles de millones, a costa, del poder, la salud, el talento y la felicidad de las mujeres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario